sábado, 27 de octubre de 2012

Noticia: Encuentran la huella humana más antigua



Los yacimientos de Turkana Oriental en Kenia han sido objeto de hallazgos arqueológicos notablemente significativos desde la segunda mitad del siglo XX hasta el día de hoy. Especialmente en el día de hoy, pues en uno de los sitios que componen este yacimiento, Ileret, se ha encontrado la huella del género homo más antigua.



Publicando el descubrimiento en la revista Science, los investigadores que trabajan en el yacimiento han dado a conocer esta huella atribuida a Homo Erectus, la cual se ha datado en 1.5 millones de años, tan sólo 100.000 años después de la aparición de esta especie, que conoció sus primeros ejemplares hace 1.6 millones de años.

En Ileret los arqueólogos identificaron dos capas datadas con un intervalo de 10.000 años entre sí, cada una con huellas impresas y separadas por cinco metros de profundidad la una de la otra. Las más profundas (y por lo tanto las más antiguas) muestran un ejemplar perfectamente detallado de huella de Homo Erectus, la cual apreciamos a continuación.

En la huella pueden apreciarse las características de una locomoción bípeda ya consolidada, con un arco pronunciado, dedos de los pies cortos y alineados y un talón que servía de apoyo, todos rasgos típicos del bipedismo propio de los humanos modernos.

La primera manifestación definida de andar bípedo se dio en los ejemplares Erectus, sucesores del Homo Habilis, primer ejemplar del género homo que, sin embargo, mantenía un bipedismo aun del todo desarrollado.

Esta huella, sin embargo, no es la huella de homínido más antigua. Ese título corresponde con huellas datadas en 3.7 millones de años y atribuidas a otra familia perteneciente al género Homo pero anterior a él y extinta, la australopitecina, concretamente a un ejemplar de la especie Australopitecus afarensis que fue encontrado en el yacimiento de Laetoli (Tanzania) en 1978.

Fuente:
http://www.ojocientifico.com/2009/02/27/encuentran-la-huella-humana-mas-antigua

Video: El Homo Sapiens y la conquista de la Tierra


Las herramientas de piedra y el fuego

 
Las armas y utensilios que existen en este período en que el hombre fue ante todo un cazador, son muy toscas. Además de tallar la piedra, el hombre aprendió a aprovechar los huesos para hacer agujas, puntas de lanzas y arpones.

Los artefactos humanos más antiguos que se conocen son las hachas manuales de piedra encontradas en África, en el este de Asia y en Europa. Datan, aproximadamente, del 250.000 a.C., y sirven para definir el comienzo de la edad de piedra. Los primeros fabricantes de herramientas fueron grupos nómadas de cazadores que usaban las caras afiladas de la piedra para cortar su comida y fabricar ropa y tiendas. Alrededor del 100.000 a.C., las cuevas de los ancestros homínidos de los hombres modernos contenían hachas ovaladas, rascadores, cuchillos y otros instrumentos de piedra que indicaban que el hacha de mano original se había convertido en una herramienta para fabricar otras herramientas.

El más importante descubrimiento realizado por el hombre en el Paleolítico fue el fuego; primero lo tomó de la naturaleza y luego lo produjo por sí mismo. Alrededor de una hoguera se podía enfrentar el frío, cocinar los alimentos y ahuyentar a los animales.
Golpeando piedras contra piritas para producir chispas es posible encender fuego y liberarse de la necesidad de mantener los fuegos obtenidos de fuentes naturales. Además de los beneficios obvios de la luz y el calor, el fuego también se usó para cocer cacharros de arcilla, fabricando recipientes resistentes que podían utilizarse para cocinar cereales y para la infusión y la fermentación.



Noticia: Encuentran a la familia más antigua de toda la historia




Los enterramientos funerarios son, por lejos, uno de los lugares que más información contienen para los arqueólogos. Las posiciones de los cadáveres, los elementos materiales simbólicos con ellos, la presencia de animales… todos estos elementos dan información de los huesos del enterramiento, siendo posible así inferir de qué clase de individuos se trata.
Combinando todos estos elementos, un numeroso grupo de arqueólogos de diversas nacionalidades ha llegado a la conclusión de que han encontrado la familia más antigua conocida hasta hoy. Ésta se encuentra enterrada en un yacimiento de Eulau (Alemania), y cuenta 4.600 años de antigüedad.

Se trata de una madre, un padre y dos hermanos varones, quienes tenían entre 35 y 50 años, entre 40 y 60 y 4 y 8 respectivamente.
El sitio funerario se encuentra en una necrópolis del neolítico, la cual tiene enterrados a otros nueve especímenes. Analizando los restos óseos, los investigadores han llegado a la conclusión de que por las fracturas y marcas en los cadáveres, todos padecieron muertes violentas en una tragedia de la edad  prehistórica, tal vez ocasionada en actividades de caza.

Esta familia no es la primera que se encuentra en arqueología, pero el propio Wolfgang Haak de la Universidad de Adelaida, líder principal de la investigación es claro: “Según nuestros registros, se trata de la prueba genética molecular más antigua de una célula familiar”.

Fuente: http://www.ojocientifico.com/2008/11/19/encuentran-a-la-familia-mas-antigua-de-toda-la-historia

Noticia: El Hombre descubrió el fuego hace 790.000 años


La hipótesis sobre la evolución del hombre que sostiene la migración de los primeros Hombres desde el continente africano hacia el europeo es uno de los temas más debatidos en el ámbito de las ciencias, especialmente en el de la Arqueología del siglo XX. Si bien se le atribuye el protagonismo de este hecho a Homo Erectus, las rutas aún están muy poco claras. Y todavía no se sabe con certeza cuál fue la fecha precisa en la que ocurrió este acontecimiento tan significativo para la historia de la humanidad.

Hallazgos e indicios sobre el uso y el control del fuego

Esta vez el fuego, uno de los descubrimientos más trascendentales en la historia de nuestra especie, parece enseñarnos las pautas necesarias para conocer algunas características fundamentales en cuanto al ingreso del Erectus al territorio europeo. Es sabido que hace ochocientos mil años el hombre no sólo conocía el fuego, sino que era capaz de transportarlo mediante antorchas cuando éste surgía espontáneamente en puntos aleatorios del territorio.

Nuevas pistas a orillas del río Jordán nos brindan las herramientas necesarias para conocer detalles sobre la migración del Homo Erectus desde África hacia Europa. Y más aún: conocer las primeras manifestaciones del control sobre el fuego. Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Israel encontraron a orillas de este río (uno de los puntos claves por los que pasó el erectus en su migración hacia Europa) doce capas estratigráficas con elementos que hacen pensar que estos individuos, de hace 790.000 años de antigüedad, controlaban el fuego. Esto les habría posibilitado migrar con mayor facilidad.Los elementos hallados (entre ellos sílex quemado) analizados en su contexto, dan cuenta de un uso y ucontrol del fuego que no se ha comprobado en poblaciones anteriores. Las doce capas estratigráficas demuestran una correlación en este aspecto, lo cual no deja dudas para Nira Alperson-Afil (directora del grupo de arqueólogos que han trabajado en este sitio) de que estos homo erectus, ya controlaban el fuego en gran medida.

El fuego y la supervivencia de los primeros hombres

Esto además les habría permitido trasladarse con mayor facilidad sobre el continente. Al controlar el fuego y no depender de su generación espontánea, los Homo podrían haber migrado con mayor facilidad, protegiéndose así de depredadores y entonces provistos de calefacción, lo cual les habría permitido abrir nuevas puertas y encontrar nuevos destinos en los que habitar con mayor comodidad.
Muy interesante ¿no lo crees? ¿Cómo imaginas tú que este control sobre el fuego habrá incidido en las formas en las que para entonces, los primeros hombres subsistían? 

Fuente: http://www.ojocientifico.com/2008/10/27/el-hombre-descubrio-el-fuego-hace-790000-anos

 

 

 

Video: Evolucion del Ser Humano (Animado)

Noticia: Wilma: La primera foto de un neandertal

El enigma de los fósiles neandertales contiene diversas interrogantes con las que los arqueólogos han de lidiar. Una de ellas es la qué más intriga a muchos profesionales, la que se esconde detrás de la pregunta ¿cómo eran? En base al mágico trabajo de ordenadores y al ensamblaje de restos fósiles la arqueología ha logrado contestar al menos un 80% de esta interrogante.

Wilma es la protagonista de las fotos que pueden ver en este post. Su nombre ha estado inspirado por el personaje de los Picapiedras, y se trata del primer modelo de un neandertal basado en evidencia genética y restos fósiles. Científicos de la National Geographic Society han logrado reconstruir un rostro neandertal modelo basándose en el estudio del ADN de huesos neandertales de 43.000 años de antigüedad y ensamblando restos fósiles de especímenes neandertales tanto masculinos como femeninos para lograr una representación lo más fehaciente posible. Al menos un porcentaje considerable de los neandertales eran pelirrojos, pecosos y con tez pálida, y si nos concentramos en que se trata de reconstrucciones realizadas a base de restos fósiles completos y de la mano de profesionales calificados (como el reconocido Antonio Rosas, que lidera el proyecto) vemos que no existía tanta diferencia entre ellos y nosotros.

El aporte, además de curioso e interesante, es bastante significativo para la cuestión de nuestra identidad como especie. Siempre es bueno replantearse cuán lejos estábamos de ellos (los neandertales), o más bien cuán cerca estábamos. Creo que gracias a aportes como este las distancias se acortan, y ellos están cada vez más próximos a nosotros.

Fuente: http://www.ojocientifico.com/2008/09/19/wilma-la-primera-foto-de-un-neandertal

Noticia: El misterio del hombre del hielo

Uno de los cadáveres más antiguos encontrado y sin dudas el más famoso sigue dando que hablar, el misterio del hombre del hielo continua siendo investigado por científicos de todo el mundo. El hombre de hielo es llamado así por haber sido encontrado en buen estado de conservación gracias a los hielos de los Alpes, cerca de la frontera entre Austria e Italia.



Desde 1991, cuando fue hallado, científicos han estado trabajando para conocer con exactitud cómo murió y por qué se encontraba en ese inhóspito y remoto lugar. Este hombre murió a los 46 años de edad a causa de una flecha que se clavo en su hombro, seguramente después de un enfrentamiento con tribus rivales.Esto sucedió hace unos 5,000 años, y todavía se esta intentando descubrir si el hombre perdió la vida por congelamiento en ese mismo lugar, luego de haber sido herido, o si fue llevado por sus compañeros hacia ese lugar en una especie de rito de despedida.

Junto al hombre de hielo se encontraron algunos elementos que por su disposición pueden echar luz sobre estas dudas. Una especie de mochila y otros implementos que se reconocen como un equipo de alpinismo primitivo están siendo estudiados actualmente por un equipo de investigadores italianos y estadounidenses.Este grupo de investigadores arquéologos y antropólogos sostienen la teoría de que el hombre perdió la vida a los 46 años de edad en algún lugar valle abajo y fue conducido a este lugar a modo de funeral.
Por el otro lado, Klauss Oeggl de la Universidad de Innsbruck en Austria, sostiene que no hay pruebas convincentes de esto y que lo más probable es que haya fallecido en ese mismo lugar como consecuencia de sus heridas o por congelamiento.

Si bien reconoce que las piedras del lugar podrían representar alguna especie de lugar sagrado donde se realizaban ritos, estos nuevos estudios son muy interesantes y son los primeros en refutar la hipótesis del funeral.

Video: Evolución del Hombre


Noticia: Nuevos descubrimientos sobre la evolución humana



FUENTE | Público 24/08/2009
Tres nuevos fósiles, tres nuevos candidatos a eslabones perdidos, adornan la cadena evolutiva que conduce al ser humano. La coincidencia en poco menos de dos meses de sus respectivos descubrimientos se une a otra serie de noticias sobre la evolución humana que se han producido a lo largo de este año, bicentenario del nacimiento del naturalista inglés Charles Darwin.

150 años después de la publicación de su teoría de la evolución, que bajó al ser humano del pedestal al que él mismo se había subido y lo colocó en su justo lugar entre los demás primates, los científicos siguen perfilando los detalles de la historia familiar de la humanidad.

FÓSILES. NUEVAS CARAS EN EL ÁLBUM FAMILIAR


El 18 de mayo se presentó
Darwinius masillae, el primate fósil más completo y mejor conservado obtenido hasta la fecha. Sus descubridores vendieron el hallazgo de Ida, como bautizaron al ejemplar, como "el descubrimiento científico más importante de los últimos tiempos" ya que afirmaban que este fósil de 47 millones de años de antigüedad se trataría del "eslabón perdido entre todos los primates y el resto de los mamíferos".

Para Salvador Moyà-Solà, director del 
Instituto Catal
án de Paleontologia, la nueva especie es "claramente" un adapiforme, una rama del árbol evolutivo de los lémures, pero "no aporta nada al conocimiento sobre el origen de los monos y antropoides, mucho menos del hombre". Y añade: "El mensaje lanzado a la prensa y la importancia del hallazgo no tienen nada que ver".

Poco más de un mes más tarde, pero sin tanta fanfarria mediática, se publicó el descubrimiento de Ganlea megacanina, un primate de hace 38 millones de años encontrado en Myanmar, candidato a antecesor común a todos los simios, incluido el hombre. "Este sí que es muy importante, porque podría aclarar el debate científico sobre el origen geográfico del grupo", explica Moyà-Solà. Tradicionalmente se ha considerado África como el continente en el que aparecerían los primates antepasados de todos los monos y antropoides modernos. La aparición de Ganlea en Asia podría forzar una reinterpretación de esta teoría, "si se confirma su posición en la base del árbol evolutivo".

El lugar de origen de los simios no es el único que ha sido cuestionado recientemente. En junio de este año, el grupo encabezado por Salvador Moyà-Solà hizo público el descubrimiento de Lluc, un primate que vivió hace unos 12 millones de años en la península Ibérica que sería una forma intermedia entre los extintos afropitecinos y los actuales grandes simios (orangutanes, gorilas, chimpancés y humanos).


Anoiapithecus brevirostris
se une así a Pierolapithecus catalaunicus, también descubierto en el mismo yacimiento por el grupo de Moyà-Solà. Ambos fósiles apuntan al origen euroasiático de los grandes simios, que se pensaba que había tenido lugar en África, desde donde habrían migrado a Asia los antecesores de los orangutanes.

 

BIPEDISMO. SE ACLARA EL ORIGEN DE LA LOCOMOCIÓN HUMANA


Un reciente estudio concluye que los antepasados humanos no caminaban por el suelo apoyándose en los nudillos, como sí lo hacen chimpancés y gorilas. Los grandes simios más emparentados con el hombre desarrollaron esta adaptación de manera independiente, según afirman los autores del estudio.


Tampoco se balanceaban por las ramas de los árboles de la selva, como hacen los orangutanes. "Los antepasados de los grandes simios hacían una vida repartida entre el suelo y los árboles", señala Moyà-Solà. Mientras que los antepasados de los orangutanes se adaptaron a llevar una vida más arbórea, los antepasados de gorilas, chimpancés y humanos se adaptaron al desplazamiento sobre el suelo, pero cada uno de un modo diferente. Cuando el ancestro de los humanos actuales dejó los árboles definitivamente, ya lo hacía caminando sólo sobre las extremidades posteriores.


Esto confirma algo que ya había sido apuntado por los descubridores de los fósiles de los homíninos más antiguos, rompiendo definitivamente uno de los iconos populares sobre la evolución humana más extendidos.

 

EL ORIGEN DEL HOMO. LA CUNA DEL GÉNERO HUMANO, ¿ÁFRICA O ASIA?


Si el origen africano de los grandes simios se ha puesto en cuestión por el hallazgo de nuevos fósiles, la reinterpretación de viejos conceptos también cuestiona el papel de África como cuna del género humano.


José María Bermúdez de Castro, co-director de Atapuerca, recuerda que "tan sólo las especies son entidades naturales, todas las agrupaciones superiores son construcciones artificiales". Los criterios para incluir una especie dentro de un género u otro varían "según los autores y las modas: del mismo modo que hay científicos que proponen incluir a los chimpancés dentro del género
Homo, hay argumentos muy válidos para excluir al Homo habilis".

María Martinón-Torres es partidaria de esto último. Esta paleontóloga es autora de un reciente estudio sobre
Homo georgicus, la especie de homínino más primitiva encontrada fuera de África, en el yacimiento de Dmanisi (Georgia). "El desarrollo de los habilis es muy similar al de los australopitecos, y el uso de herramientas no es un argumento válido porque otras especies más primitivas ya las fabricaban", explica Martinón-Torres. Para ella, el origen africano del género Homo se basa en una falacia. "La preponderancia del continente africano se debe a que en Asia no se ha excavado ni el 25% que en África; hace 2,4 millones de años (antigüedad de los restos de habilis) no había ninguna barrera entre los dos continentes, ni geológica ni ecológica, que impidiese la migración de una especie de australopiteco fuera de África".

Según esta investigadora, el género
Homo surgiría con georgicus en Asia, desde donde se produciría la colonización de África con ergaster y de China e Indonesia con erectus. Sin embargo, una de las piezas clave en esta teoría era el fósil de Longgupo, datado en dos millones de años. En principio descrito como erectus, su descubridor se retractó en junio y ahora lo asigna a un nuevo tipo de simio no hominino.

La colonización de Europa la realizaría
antecessor, especie de la que se ha encontrado este pasado mes de julio en Atapuerca un nuevo fósil de hace 1,3 millones de años que presenta muestras de canibalismo. Los antecessor representan un estado intermedio entre los ergaster africanos y los más recientes heidelbergensis europeos, antepasados de los neandertales. La especie humana actual surgió en África, desde donde se extendió a todo el planeta, desplazando a los neandertales y los hobbits de la isla de Flores.