viernes, 16 de noviembre de 2012

Noticia: Así eran las lanzas más antiguas de la humanidad



Un equipo de investigadores ha situado en África las puntas de lanza más antiguas de la humanidad. Se trata de fragmentos triangulares afilados que fueron fijados en astiles para ser usados contra las presas. Las piedras, halladas en Sudáfrica, tienen medio millón de años, 200.000 más que cualquier otro arma similar encontrada antes.


El hallazgo, publicado hoy en dia en la revista Science, da fe de la aparición de una tecnología esencial  que permitió  a los humanos cazar sin tener que acercarse demasiado a las presas.

“Ponerle una punta de piedra a una lanza incrementaba dramáticamente la letalidad de un ataque, lo que quiere decir que nuestros ancestros pasaron menos noches en ayunas y podían protegerse mejor de los animales peligrosos que vivían en África”, explica Benjamin Schoville, coautor del hallazgo. El descubrimiento es una cura de humildad para los Homo sapiens, los únicos humanos que quedan vivos en el planeta, porque las puntas también son la primera prueba de que los humanos de África le llevaban cientos de miles de años de ventaja a sus congéneres europeos en cuanto a tecnología se refiere.

Hace pocas décadas se pensaba que los humanos modernos fueron los primeros en inventar las armas arrojadizas. Esa destreza tecnológica habría pasado después a los neandertales de Europa por imitación, lo que confirmaría así su inferioridad. Las puntas más antiguas de este tipo tienen unos 300.000 años. Las nuevas armas, que se han hallado en Kathu, al norte del país, tienen unos 500.000 años. Esa fecha es anterior a la divergencia entre los humanos modernos y sus primos los neandertales e implica que las primeras lanzas fueron inventadas por un ancestro común, probablemente el Homo heildelbergensis. “Estas lanzas eran una estrategia que usaban los ancestros de humanos modernos y neandertales así que no fue algo que uno de estos grupos aprendiese de otro”, resalta Schoville.

Noticia: El hombre de Atapuerca practicaba el mismo canibalismo que los chimpancés



En 1994 se descubrió el caso de canibalismo entre homínidos más antiguo el mundo. Sucedió hace unos 800.000 años y lo perpetró una especie hasta entonces desconocida que sus descubridores bautizaron como Homo antecessor, el hombre de Atapuerca. Aquel homínido, posible ancestro del Homo heildelbergensis y los neandertales, vivía en excelentes cazaderos situados a unos 15 kilómetros al este de Burgos. Sus restos aparecieron en el yacimiento de la Gran Dolina mezclados con abundantes huesos de ciervo que le habían servido de comida. Lo más chocante fue que, a juzgar por el número de huesos, la segunda especie más consumida en Atapuerca era el propio antecessor, como probaban los restos de al menos 11 individuos, la mayoría niños de corta edad, que fueron devorados por sus congéneres. Las razones de aquella matanza siguen sin aclararse y, hasta ahora, no se habían encontrado prácticas comparables en ningún otro homínido.

Un nuevo estudio explica ahora el canibalismo del antecessor desde un nuevo punto de vista. Aquel comportamiento registrado hace 800.000 años es casi idéntico al que puede observarse hoy en día en chimpancés que compiten por el territorio, según un estudio que será publicado en Journal of Human Evolution.

El trabajo, liderado por los directores de las excavaciones de Atapuerca, recorre las evidencias de canibalismo entre homínidos desde aquel primer caso hace 800.000 años. Tanto neandertales como sapiens lo han practicado a lo largo de la prehistoria y la historia por muchos motivos. El trabajo repasa casos de canibalismo por placer, por hambruna, por guerra o por respeto ritual. Pero en ningún caso pasado o actual se reproduce un patrón tan marcado en el que una especie se coma sólo a los niños y no los adultos.

La única excepción a esta regla, resalta el trabajo, son los chimpancés, los homínidos actuales más emparentados con los humanos. El trabajo cita varios casos  en los que un grupo atacante mata y se come a las crías de sus rivales. El primero fue documentado por la célebre primatóloga Jane Goodall en 1977 y la lista de casos se extiende durante los 30 años siguientes. Las edades de los fallecidos son muy parecidas a las de los antecessor que fueron aniquilados en la Gran Dolina, resalta el estudio.

Los niños de Atapueca fueron víctimas de la lucha por el territorio, opinan los autores. Los homínidos de Atapuerca “montaban ataques de bajo riesgo a grupos rivales para defender su acceso a los recursos en sus territorios y para expandirse a costa de otros grupos”, detalla el trabajo. En la mente de aquellos miembros del género Homo estaba “impedir que evolucionasen otros animales que pudieran ser competencia”, explica el paleoantropólogo,Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca y coautor del trabajo. “Eliminar a los niños era más eficaz y menos peligroso”, añade.





Características Básicas de los Primates

El nombre de "Primates" fue usado por primera vez por Linneo en 1758 en su ordenación taxonómica de los animales; significa "primeros" en latín. Linneo incluyó en su orden Primates a los humanos, monos antropomorfos, monos del Viejo Mundo y monos del Nuevo Mundo, distinguiéndolos del resto de mamíferos, a los que llamó "Secundates" (segundos).

El grupo de los primates tienen características anatómicas que poseen ciertos rasgos que en su conjunto permiten identificarlos. Como características de los primates se pueden mencionar:

  • Manos y pies con cinco dedos 
  • Pies plantígrados.  
  • Pulgar oponible en manos y pies (algunas especies, como el hombre, han perdido la capacidad de oponer el pulgar del pie).  
  • Clavículas presentes.   
  • Uñas planas en lugar de garras (en la gran mayoría de las especies).  
  • Visión a color (en la gran mayoría de las especies).
  • Articulaciones del hombro y del codo bien desarrolladas.
  • Hemisferios cerebrales bien desarrollados. 
  • Visión binocular (en diferentes grados). 
  • Órbitas oculares rodeadas de hueso.